“Cuando terminas el trabajo, se miran al espejo y lloran. Es emotivo como éste detalle les puede cambiar la vida”.
Las personas siempre tienden a hacer prejuicios. Sobretodo al aspecto físico de otros, como si fuera muy importante el peso, el tipo de color de pelo o por si lleva tatuajes. Y con respecto a eso, muchas veces los tatuajes son vistos como algo negativo, te dicen “nadie te va a contratar” o “nadie te tomará en serio” y cosas así.
Ahora… ¿Qué pasa si un tatuador “regala pezones” a mujeres sobrevivientes de un cáncer de mama?
Pues debes conocer a Diego Staropoli cuya historia te conmoverá e inspirará con seguridad.
De acuerdo a la OMS (Organización Mundial de la Salud), el cáncer de mama es el más mortífero entre mujeres de 20 a 59 años a nivel mundial.
Se estima que anualmente fallecen cerca de 458 mil mujeres al año por esta causa.
Es por esto mismo que aquellas que sobreviven a tan terrible son todas una guerreras. Pero muchos no lo entienden así.
Y aquí es donde conoceremos a Diego Staropoli de 25 años y tatuador de estrellas. Él se dedica también a “reconstruir” las mamas de mujeres que padecieron cáncer.
El objetivo del tatuaje que les hace Staropoli es la de tapar las cicatrices que dejó la mastectomía y poder marcar nuevamente las areolas mamarias. Y ésto lo hace totalmente gratis.
“La gente piensa que algo hay detrás de todo esto, piensan cuál es el negocio. Y no existe nada. Incluso yo pongo los materiales; el trabajo es gratuito” afirma.
¿Cómo llegó a esta idea?
“Fue por medio de un seguidor en Facebook. Él me había comentado que alguien en Centroamérica hacía éste trabajo. Lo que hice fue tomar la idea y adaptarla a mi manera” comentó.
Empezó a finales del 2015 y ha venido de todo tipo de mujeres. “Desde una diputada que llegó en un Audi e insistió en pagarme hasta una chica de 17 años que le dio cáncer de mama a los 13. Todas tienen historias de vida muy fuertes”.
“Cuando termino el trabajo de reconstrucción, se miran al espejo y empiezan a llorar. Es emotivo cómo esto les cambia la vida”.
Y él tampoco es ajeno a esta enfermedad: “Mi abuela lo tuvo y se sometió a una doble mastectomía; mi madre tuvo una parcial”.
“Mi abuela se bañaba con ropa encima para no verse”.
En el día atiende a dos mujeres y dice que se van con un nuevo aire en sus vida.
“Es un pequeño homenaje a todas aquellas mujeres que quieran hacerse este cambio luego de su lucha. Y también a las que no pudieron superar la enfermedad”.
¡Una labor muy inspiradora! ¡Comparte para que muchas luchadoras puedan enterarse de ésto!